El mundo diplomático se mueve lentamente, pero cuando lo hace puede sorprender. Esta semana la Unión Europea, después de mucho tiempo inactiva en este aspecto, sancionó a 19 funcionarios por socavar la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela. Está claro que el mundo democrático rechaza, repudia y sanciona al régimen venezolano y no hay forma de esconderlo, maquillarlo o minimizarlo, aunque algunos en la “oposición” traten. El régimen reacciona molesto, ya que esperaba que sus socios españoles les abrirían el camino a eliminar las sanciones estadounidenses. Simultáneamente, la terrible situación venezolana rebasa las fronteras en forma incontrolada, hasta se ha llegado a ver marchas anti-venezolanas en una importante capital de América. Esto ocurre dentro de un marco de pandemia y de crisis económica mayor en todo el continente. Esta situación eventualmente tendrá repercusiones, considerando además que Venezuela es considerada un foco de narcotráfico y terrorismo. Los temas de la semana son “Entendiendo las sanciones de la UE”, “Lo que significa ser emigrante” y “El reto político de la emigración para América toda”.
Entendiendo las sanciones de la UE
Las sanciones de la UE son un paquete mixto donde se incluyó a funcionarios del régimen y también a políticos de oposición que han trabajado en conjunto con el régimen venezolano en las elecciones recientes. Eso fue una sorpresa para muchos de estos y muestra cómo muchos políticos venezolanos desconocen y trabajan aislados del mundo externo, aquí hicieron caso omiso del desconocimiento universal de las elecciones realizadas.
Hay un proceso en marcha y elementos de una negociación que se han venido manifestando. La Unión Europea identifica que hay varias oposiciones, pero que la UE está claramente alineada con la oposición Guaidó-López y la AN. También habrá que ver cómo el régimen venezolano, con mucha cercanía al componente español de la UE, reaccionará frente a las sanciones a su personal. La negociación que la UE busca no es nada fácil: el régimen siempre ha usado las conversaciones solo para ganar tiempo, la UE no reconoce el resultado de los dos últimas elecciones y en Venezuela hay varias oposiciones. Asimismo, la UE enfrenta limitaciones de tiempo, si no consigue resultados en un lapso razonable la nueva administración en Estados Unidos se verá obligada a actuar.
Lo que significa ser emigrante
Siendo hijo de emigrantes, habiendo vivido muchos años en otro país y siendo mis hijos también emigrantes a la fuerza he adquirido experiencia y perspectivas en este tema. Ser emigrante siempre es difícil, siempre se será diferente, significa vivir como ciudadano de segunda clase en el país al que se emigra. Es una realidad que es necesario entender y con la cual hay que aprender a vivir y superar. En la medida que aumenta el volumen de emigrantes, estos incluirán gente buena y también gente mala y ello es inevitable y estos últimos seguramente son los que generarán más noticias. En el caso venezolano, hay que agregar (1) que no se tiene ADN de emigrante, después del descubrimiento del petróleo fuimos un país con riqueza que necesitaba y tenía espacio para los venidos desde afuera- un país de inmigrantes, (2) el volumen de la emigración es gigantesco, rebasa cualquier experiencia latinoamericana previa y (3) se ha combinado con la aparición de la pandemia más terrible de los últimos 100 años, que está sacudiendo en lo emocional y en lo económico a LatinoAmérica y el resto del mundo. Es muy doloroso ver cómo se va reportando la muerte de venezolanos en diferentes países y por distintas causas, pero la magnitud de la emigración y las condiciones existentes hacen que esto sea inevitable. De alguna manera hay que lograr mejores condiciones para los emigrantes y también buscar una cobertura más equilibrada de la experiencia, reportando también los casos positivos y a la mayoría normal.
El reto político de la emigración para América toda
Desde hace tiempo se está alertando sobre los riesgos para América toda, desde Canadá hasta la Patagonia, de la situación existente en Venezuela. El empeoramiento de las condiciones de vida y la imposibilidad de una mejora hace imposible frenar la ola emigratoria desde Venezuela. La llegada en masa de tantos venezolanos a los distintos países ha hecho colapsar sistemas y servicios frágiles, ha exacerbado problemas existentes y ha creado nuevos. La marcha contra los venezolanos en Lima es la más reciente demostración del sentimiento anti-venezolano que crece entre muchos latinoamericanos. A esto habría que agregar el discurso populista de políticos locales que pretenden obtener rédito estigmatizando a los migrantes venezolanos. Lo preocupante es que solo puede empeorar.
El país más afectado es Colombia, que hoy cuenta con 1.7 millones de inmigrantes venezolanos. Colombia inteligentemente ha decidido regularizar su situación y se presume que esto vendrá acompañado de apoyo financiero internacional para manejar el costo que ello significa. La BBC lo ha reconocido como el gesto humanitario más importante en décadas e incluso Vargas Llosa pide a países seguir ejemplo de Colombia y proteger a venezolanos . Colombia, es la principal puerta de salida para los venezolanos y con las crecientes restricciones de los otros países suramericanos ya no es lugar de tránsito sino casi exclusivamente de permanencia de los nuevos arribos. Finalmente, es importante no olvidar que adicionalmente existen varios millones de venezolanos de origen colombiano, que podrían llegar y serían considerados colombianos “retornados” y no son rechazables por Colombia.
A ese cocktail explosivo, hay que agregar el riesgo de terrorismo y narcotráfico y la intervención de la geopolítica global. Noticias Caracol nos lo recuerda cuando publica ELN habría coordinado compra de misiles con Maduro y Rusia. Las situaciones que están en proceso de empeorar hacen que lograr un cambio de régimen en Venezuela es un costo que eventualmente los latinoamericanos y Estados Unidos tendrán que asumir.