La segunda ola de la pandemia arrecia en toda Venezuela y finalmente comienza a preocupar al regimen y le complica sus respuestas y su manejo. La situación ocurrida con un alcalde del PSUV en el Estado Yaracuy ilustra varios aspectos: (1) Represión– al presentarse varios casos de Covid el Alcalde ordenó marcar las casas de los afectados y los amenazó, (2) Capacidad de control social limitada – los intimidó con negarles lo único valioso que el  estado les provee: clap y gas  y (3) Miedo – frente a la muerte y las posibles reacciones de los ciudadanos. El temor del régimen a la pérdida de control se extiende al nivel nacional, cuando no le permiten ni a Fedecámaras ni a la oposición traer las urgentemente requeridas vacunas. Los temas de la semana son “Las posibilidades de negociaciones y acuerdos”, “Vacunación para Covid-10” y “Represión garantizada”.

Las posibilidades de negociaciones y acuerdos

Fedecámaras hizo un enorme esfuerzo de acercamiento al regimen, provocando incluso cuestionamiento y fricción interna dentro de su organización y con elementos externos de la oposición. Presentó además un interesante y completo plan para traer un número significativo de vacunas al país, financiado por los empresarios, que cubriría bastante más allá de sus propios miembros. Hasta ahora el plan no se ha podido ejecutar, exclusivamente por falta de aprobación por parte del regimen.  Adicionalmente, el pasado fín de semana Maduro en una alocución pública fustigó de la manera más agresiva a Fedecámaras, devolviéndo la relación a la situación del año 2002.

Simultáneamente, la oposición venía trabajando con el regimen para usar sus recursos para la cancelación de las vacunas en el mecanismo Covax. El regimen al final tampoco dió la aprobación, sino que más bien realizó el pago, a pesar que tenía meses alegando que no tenía recursos por culpa de las sanciones.

Vacunación para Covid-10

La desinformación existente hace que se desconozca la cantidad de los casos y la capacidad del sistema de salud y ello seguramente empeora la situación. Ahora la información que fluye es anecdótica, de chismografía y muy peligrosa, por cuanto todos los venezolanos tienen conocimiento de personas afectadas e incluso fallecidas. Esto indudablemente magnifica el temor e incluso han aparecido acusaciones que se estaba cobrando US$300 por vacunas en diversos lugares del país. La situación se ha ido agravando y hay multiples indicios y reacciones:

  • La histeria dentro del regimen  comienza a manifestarse cuando un alcalde en el estado Yaracuy manda a marcar las casas de aquellos que tienen Covid.
  • La dilación en la compra de las vacunas por parte del regimen era tan obvia, que posponía las decisiones con discusiones con la oposición sobre las condiciones de pago del mecanismo Covax y con la negación del uso de la vacuna Astrazeneca. Esto después que se habían traído al país vacunas que no tenían todas pruebas que se consideran necesarias.
  • La presión finalmente obligó al regimen a cancelar el pago inicial de las vacunas a través del mecanismo Covax, después de aducir que no se lo permitían las sanciones estadounidenses. Es difícil contabilizar el efecto en vidas humanas perdidas que tendrá esta posposición.  Aquí también habrá que preguntarse el impacto que tendrá este cambio de prioridades en otras áreas como la gasolina, el diesel o la comida.
  • En las redes sociales comenzó una efectiva campaña para exigirle al regimen acciones para la necesidad de la vacunación en el país.
  • La Conferencia Epicospal publicó un documento muy directo y claro exigiendo que se le de la celeridad y la fuerza necesaria al esfuerzo de vacunación.
  • No existe un plan de vacunación que priorize al sector salud, a los personas de edad y a quienes tienen condiciones riesgosas.
  • Increíblemente se han programado vacunaciones sujetas a que se tenga un carnet de la patria.
  • Para generar ruido mediático el regimen anuncia la producción de una vacuna cubana en el país. Esto alarga en el tiempo la disponibilidad de las vacunas e inicialmente venezolanos serían conejillos de indias.

Represión garantizada

La represion es una estrategia continua y perfeccionada desde hace muchos años.  El Foro Penal contabiliza 323 presos políticos en Venezuela, tanto civiles como militares, pero las acciones de intimidación ocurren contínuamente. Aparte de la estigmatización de personas sufriendo de Covid a través del marcaje de sus viviendas por parte de un alcalde, casi a diario siguen ocurriendo detenciones arbitrarias de personas que no están protestando. Puede tratarse de jóvenes, pertenecientes a un partido de oposición, que tratan de mejorar el medio ambiente o de periodistas que pretenden cubrir un hecho noticioso y en ese caso como mínimo no les devuelven sus herramientas de trabajo. A la larga las violaciones de derechos humanos no se perdonan y la justicia llegará, lentamente pero con certeza.