Se sienten leves vientos de cambio, los diputados de la AN finalmente están recorriendo el país. Se trata de un hecho aislado o de una reacción a presiones externas e internas?  Responde a una estrategia de supervivencia del G4/AN?  En paralelo, la Administración Biden le concede el Status Temporal de Protección (TPS) a los aproximadamente 320.000 venezolanos indocumentados en Estados Unidos.  También Biden continúa aprovechando las acciones “extremas” de la Administración Trump, anunciando que estará trabajando con aliados la revisión de la estrategia de sanciones a Venezuela y está logrando una renegociación de la contribución a la presencia militar de Estados Unidos en Corea del Sur. Mientras tanto, los noruegos visitan  Caracas para tratar de calentar una posible negociación, la hiperinflación sigue campante, escasea el diésel, arrecia la pandemia y los servicios públicos continúan su declive. El reporte incluye un análisis del artículo “¿Qué debería hacer Biden con Venezuela?” y “Finalmente TPS para venezolanos”.

El pasado 4/3/21 Ricardo Hausman y  José Ramón Morales-Arilla publicaron en el portal Project Syndicate el artículo “¿Qué debería hacer Biden con Venezuela?”. Parten del hecho que “La estrategia de máxima presión a la dictadura del ex presidente norteamericano Donald Trump, reflejada en infinidad de sanciones impuestas al país, ni restablecieron la democracia ni resolvieron la catastrófica crisis económica y humanitaria del país. La administración del presidente Joe Biden ha anunciado una política exterior centrada en torno de la defensa de la democracia.” Muy interesante ya que no solamente se hace un recuento y análisis del pasado sino que se hacen proposiciones concretas para acciones concretas, incluyendo la posible elección de un Presidente en forma electrónica. Un resumen a continuación:

  • Estrategias propuestas:
    • El no-reconocimiento y las sanciones son elementos fundamentales de una estrategia para restablecer la democracia en Venezuela. Es necesario fortalecer las sanciones haciendo que sean más multilaterales y más agobiantes para la elite, y garantizando que no afecten a los venezolanos comunes que, en ciertos casos, han resultado perjudicados.
    • Para fortalecer a la sociedad, la comunidad internacional debe ayudar al gobierno de Guaidó a transferir ayuda, como lo hizo a los trabajadores de la salud en septiembre de 2020, eludiendo el bloqueo de Maduro.
    • También existe la tecnología para que el gobierno de Guaidó entregue documentos de identidad electrónicos a los ciudadanos, privando al régimen de un mecanismo para despojar a los ciudadanos de sus derechos.
    • Estas tecnologías también podrían ayudar a resolver el problema de la legitimidad. La misma tecnología se podría utilizar para elegir a la persona que sería reconocida internacionalmente como el presidente interino de Venezuela, y que se mantendría en funciones hasta que se logre restablecer la democracia.
  • Los siguientes son hechos  determinantes para entender la posición de las democracias internacionales:
    • El régimen de Venezuela le dió la espalda a la democracia electoral cuando perdió la capacidad de ganar elecciones.
    • Con la ruta electoral cerrada, los venezolanos tomaron las calles, lo que derivó en una persecución violenta.
    • Al haber perdido tan rotundamente en las urnas, el régimen decidió que nunca más permitiría elecciones competitivas. La elección presidencial de mayo de 2018 y la elección parlamentaria de diciembre de 2020 fueron tan escandalosamente injustas que la oposición las boicoteó y la mayoría de las democracias del mundo se negaron a reconocer los resultados.
  • Sanciones y negociaciones:
    • Un coro de analistas ha venido diciendo que el desempeño catastrófico de la economía venezolana se debe a las sanciones internacionales (no es cierto): en lugar de presión, sostienen, lo que el país necesita son negociaciones.
    • Es importante recordar que:
      • El mayor colapso mundial en la historia de las importaciones de alimentos y medicamentos en algún país del mundo sucedió en Venezuela en 2016, antes de las sanciones económicas.
      • Las sanciones obligaron al régimen a abandonar sus esfuerzos por monopolizar el comercio internacional.
    • Esta visión ingenua no entiende lo que sucede. El problema fundamental en Venezuela es que la coalición gobernante tiene poco que ganar con una negociación.
    • La experiencia de las negociaciones anteriores demuestra que el no-reconocimiento internacional (que le impide a Maduro controlar los activos de Venezuela en el exterior) y las sanciones son las únicas fuentes de presión sobre el gobierno. El único camino hacia una negociación es hacer que el status quo sea tan desagradable para el régimen que su unidad se desmorone.

Finalmente TPS para venezolanos

La figura del TPS fue lanzada en Estados Unidos el año 1.990. Aplica a Haití, El Salvador, Siria, Nepal, Honduras, Yemen, Somalia, Sudán, Nicaragua y Sudan del Sur.  Para el año 2017, 320,000 personas tenían TPS donde la mayoría estaba compuesta de los provenientes de El Salvador (195,000), Honduras (57,000) y Haiti (46,000). Se estima que pudiera abarcar alrededor de 320.000 venezolanos.

Esto recuerda a la “Puerta de Asilo” creada para los cubanos en 1.965 y que cubrió a 270.000 personas.  Estas decisiones siempre tienen un tinte político interno en Estados Unidos. Curiosamente ese programa fue creado por el Presidente Demócrata Lyndon Johnson y los cubanos terminaron siendo masivamente republicanos. En este caso, el TPS-Venezuela también tiene su enfoque político y tiene que ver con la expectativa futura de los votos venezolanos en el muy importante estado de la Florida. La Administración Trump logró un porcentaje importante de esos venezolanos con las sanciones y acusando a Biden de socialista, pero nunca tuvo la intención de conceder el TPS a los venezolanos. Esto probablemente respondía a su estrategia general anti-inmigratoria.  La Administración Biden seguramente trata de capturar el voto venezolano a futuro.  Veremos si ocurre lo mismo que con los cubanos.