En Occidente genera enorme inquietud la situación interna de enfrentamiento en Estados Unidos, pero resulta que en China está en marcha un mega-intento de transformación para controlar los mercados a través de la política riesgoso para China y el resto del mundo. Xi jinping está dirigiendo una campaña para purgar a China de los excesos capitalistas. Para Xi, la creciente deuda es el resultado la especulación financiera, los multimillonarios están convirtiendo el marxismo en una farsa y el partido comunista debe permear cada aspecto de la vida nacional. Si Xi logra imponer esta nueva realidad conformará el futuro de China y la batalla ideológica entre democracia y dictadura. Esta campaña demostrará si es un ideólogo concentrado en acumular poder personal, aún cuando el crecimiento se frene y la gente sufra, o es un autócrata dispuesto a moderar el dogma con pragmatismo.    

La campaña de Xi

La campaña es excepcional por su alcance y ambición, comenzó en 2020 y ya ha destruido US$2 trillones en riqueza. Didi, el Uber chino, ha sido castigado por ofrecer sus acciones en el mercado estadounidense. Evergrande, un gigantesco desarrollador inmobiliario, está siendo empujado a la quiebra. Se prohibió el uso de criptomonedas y en la práctica también la educación privada. Se racionan los video juegos. Se recorta el aborto, ya que se requieren familias más grandes. Los modelos masculinos deben ser viriles. Todo esto montado sobre autoritarismo. 

Los problemas compartidos

China comparte muchos problemas con Occidente, entre ellos el de desigualdad: (a) el 1% de las familias más ricas acumulan el 30% de la riqueza, (b) los gigantes de la tecnología son acusados de competencia desleal, (c) está presente la preocupación que los adversarios internacionales obstruirán el acceso a las tecnologías vitales y a las materias primas.

Amenazas económicas

La amenaza es para la economía china. La crisis de la deuda, que empresas como Evergrande pueden generar, es expandible en formas no previsibles y ese tipo de empresas alimentan el 30% del PTB de China. Las familias tienen sus ahorros en propiedades y en la mitad de los desarrollos en marcha. Los gobiernos locales, especialmente fuera de las grandes ciudades dependen de la venta de tierras y del desarrollo de propiedades para generar ingresos.

Las empresas privadas necesitan ser cautelosas y los emprendedores serán afectados y ellos son la fuente del dinamismo de China. Después de 40 años de expansión extraordinaria, los chinos no están familiarizados con los efectos de una desaceleración fuerte y continua.

Amenazas políticas

La campaña de Xi puede concluir en un culto a la personalidad. La base de su arremetida ideológica está proponiendo una rotación mayor de personal en los entes públicos. Una de las razones de los apagones eléctricos recientes se debe al pánico de los burócratas cuando vieron que no podían alcanzar sus metas de reducción de carbono. Por supuesto, los burócratas temerosos de ser acusados de corrupción o desvíos ideológico por sus rivales, tienden a paralizarse.

Los “consejos de revisión moral” y las “clínicas morales” apuntan al comportamiento ortodoxo y usan la humillación pública. A largo plazo, si Xi mantiene el poder hay la posibilidad de inestabilidad. En el corto plazo, si su intento de imponer una nueva realidad no avanza de acuerdo a los planes, enfrentará las fatídicas opciones de reforzar su accionar o de retroceder. En este momento la represión parece más factible que el compromiso.

Se hace referencia a China’s new reality is rife with danger. La imagen es cortesía de flickr.