Un régimen con control de las comunicaciones y en alto grado de la oposición, imponiendo la violencia estatal, con el secuestro de las instituciones y con el acomodo de las élites transmite la imagen de consolidación y solidez a largo plazo. En el caso de Rusia, su invasión de Ucrania demostró que la fuerza real del régimen ruso era mucho menor de lo imaginado. Un tigre de papel, que en un lapso no demasiado largo será sustituido internamente. El régimen venezolano, está mucho menos consolidado que el ruso y enfrenta situaciones críticas a corto plazo. Se trata de otro tigre de papel. Pareciera más lógico que la oposición le generara presión interna, en lugar de pedir levantamiento de sanciones. Los temas de la semana son “El impacto de Ucrania sobre Venezuela”, “La realidad de las sanciones” y “¿Levantar las sanciones?”.
El impacto de Ucrania sobre Venezuela
La situación en Ucrania está afectando a Venezuela en varios frentes. Venezuela está camino a sufrir una nueva ronda de presiones financieras y económicas a raíz de la invasión a Ucrania, lo cual obliga a que el régimen venezolano explore otras opciones, entre las cuales está la búsqueda de un diálogo directo con Estado Unidos. Se desconoce la magnitud de los problemas, pero el margen de maniobra del régimen es muy limitado:
- Venezuela y miembros de su estructura de poder tienen activos atrapados en el sistema financiero ruso.
- La facilitación que proveían los bancos rusos para realizar transacciones en euros ha sido minimizada o eliminada.
- Los bancos chinos han asumido una posición de cautela hacia Venezuela, dada la posibilidad de sanciones secundarias, por cuanto varios bancos rusos importantes fueron apartados de SWIFT.
- En la medida que Rusia está enfrentando dificultades colocando su petróleo en los mercados internacionales ha venido ofreciendo descuentos mayores. Esto afecta al petróleo venezolano e iraní, bien sea desplazándolos u obligándolos a conceder todavía mayores descuentos.
La realidad de las sanciones
Los prerrequisitos para el levantamiento de sanciones siguen siendo los que han sido mencionadas en numerosas ocasiones previas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea:
- Negociaciones integrales con la participación de todos los actores – Un proceso de negociación completo y definido en el tiempo para restaurar las instituciones del país y que permita a todos los venezolanos expresarse políticamente a través de elecciones inclusivas, creíbles y transparentes a nivel local, parlamentario y presidencial.
- La liberación incondicional de todos los presos políticos, la independencia de los partidos políticos, la libertad de expresión incluyendo a los miembros de la prensa y poner fin a los abusos de los derechos humanos.
- La flexibilización de las sanciones, si llegaran a ocurrir, sería ejecutada a través de la emisión de licencias específicas de OFAC ( Oficina de Control de Bienes Extranjeros) con límites de tiempo, de manera que se pueda revertir a la situación existente. Las sanciones fueron impuestas por una Orden Ejecutiva de la Presidencia de Estados Unidos y no serán eliminadas.
- Es difícil estimar el momento del posible levantamiento de las sanciones, por cuanto las precondiciones que se deben completar requieren pasos muy serios de parte del régimen venezolano.
- Presumiendo una velocidad excepcional en el proceso, la modificación o emisión de licencias específicas en el mejor de los casos podría ocurrir para finales de 2022 o principios del 2023.
- Aun después de la emisión de licencias que permitan la venta de crudo venezolano en Estados Unidos, el comienzo de dichas transacciones tomaría varios meses para su implementación. Posiblemente el año 2023, alineándose con el calendario electoral de Estados Unidos.
¿Levantar las sanciones?
que pidieron al gobierno de Biden aliviar las sanciones contra la dictadura de Maduro. Se generó una enorme discusión interna con respecto a esta misiva: (1) La redacción no era dura contra el régimen, (2) cuando muchos países están sancionando a Rusia no era el mejor momento para pedir alivio de sanciones y (3) tampoco era oportuno cuando el régimen está vendiendo una inexistente prosperidad.
Parece interesante compartir la opinión de un importante ejecutivo venezolano:
- Los firmantes son un grupo claramente heterogéneo, que se autodenominan lideres académicos y económicos – Comenzamos mal.
- La redacción es mediocre, y peligrosamente generaliza en el uso de los términos (ej. sanciones sectoriales), así como en su contenido (…han exacerbado gravemente las condiciones del venezolano…). – Se recuerdan las declaraciones de Bachelet.
- Coloca en el centro de gravedad en las presiones políticas internas de USA, y en los políticos radicales de la oposición venezolana, como si estos fueran los responsables de la crisis. – Atacan a quienes nos han defendido de la barbarie.
- Para nada hablan mal del gobierno venezolano, e ignoran por completo las iniciativas desarrolladas por un “gobierno interino” que logró el apoyo de más de 60 países. – No tanto que Guiado y lo que representa no existe, sino que nunca existió.
- Añade una posición sesgada de un sector muy particular e identificado cuando enfatiza que un 75% rechaza contundentemente las sanciones. – Esta expresión normalmente no se mide en las encuestas.
- Si querían apoyar la idea de que se abran los negocios petroleros, lo cual puede aportar elementos positivos a nuestra situación actual, la desdibujan con un menjurje de polémicos planteamientos. – Da la impresión que algunos firmantes solo dieron su consentimiento, pero no aportaron sus ideas.
- En fin, es una carta muy triste en su contenido y mensajes, y deja mucho que desear de sus firmantes (algunos de ellos merecen mi respeto y consideración).
La imagen es cortesía de flickr.