No habiendo presión política o social a lo interno en Venezuela, y con muy bajas posibilidades de levantamiento de las sanciones determinantes, es difícil ver como la adición de Francia y de los “amigotes izquierdistas latinoamericanos” a las negociaciones puede desbloquear la situación política y forzar al régimen venezolano a una apertura democrática y económica real.  En el artículo se hace referencia a “Rusia, China y Estados Unidos – evolución de las relaciones”, “El dolor de cabeza venezolano para los países democráticos” y “Pasos de Maduro hacia la democracia”.

Rusia, China y Estados Unidos – evolución de las relaciones

Rusia se lanzó a una aventura que nunca imaginó que se desenvolvería como ha estado ocurriendo. Buena parte del mundo compró la imagen de la potencia rusa vendida a través de los años y aceptó que efectivamente el ejército ruso entraría a celebrar en Kyiv en pocos días. Resulta que estaba mejor preparada para la guerra el ejército ucraniano que el ruso. Por supuesto, a Ucrania le hubiera sido mucho más difícil si no hubiera contado con el extraordinario apoyo militar, económico y diplomático de Estados Unidos y los países europeos. Los rusos no pudieron tomar Kyiv, huyeron de Kharkiv y ahora ya no sorprende que tuvieran que abandonar Kherson. Simultáneamente, cientos de miles de los rusos mejor preparados prefirieron huir del país a tener que servir en una guerra en la cual no creían y en un ejército mal preparado, mal equipado y con la moral baja. Putin tiene mucha presión encima y su posición internacional es tan incómoda que prefirió no asistir a la reunión del G20 y le abrió la oportunidad al Presidente Zelensky para estar allí en forma remota.

China por su lado, comenzó con un apoyo público muy fuerte a la invasión rusa a Ucrania, presumiendo una repetición de las exitosas invasiones de Georgia, Siria y Ucrania, frente a la mirada impotente de Estados Unidos y Europa. La ineficiencia rusa, la preparación y la valentía de los ucranianos y la extraordinaria reacción de los países democráticos cambio totalmente el derrotero de la invasión. China sigue retransmitiendo a lo interno la posición rusa, pero en el aspecto internacional se nota que les preocupa estar alineados con un perdedor y quién además dentro de su frustración podría lanzar un ataque nuclear. Lo realmente preocupante para China es que la invasión a Ucrania, agregada a los coletazos de la pandemia, está llevando al mundo a una recesión. Esa recesión afecta fuertemente a China, siendo un país eminentemente exportador y que además ya está pasando por dificultades económicas resultado de sus propias acciones políticas internas.

La alianza China-Rusia es de conveniencia anti-norteamericana. Parece que las circunstancias globales e internas de China están llevando a un reajuste de la relación entre China y Estados Unidos, aun cuando sea parcial y temporal. El Presidente Xi se reunió con el Presidente Biden por tres horas. ¿Midieron fuerzas y decidieron que por un tiempo buscarán un acomodo parcial, absolutamente conscientes que son rivales y que  lo continuarán siendo? ¿Así que ahora no parece descabellado pensar que China, siendo el gran sustituto de las exportaciones rusas a los países democráticos,  pudiera ejercer su influencia sobre Rusia para buscar una salida a la guerra en Ucrania? ¡Estamos hablando de los intereses de China!

El dolor de cabeza venezolano para los países democráticos

Comparado con Ucrania, con la inflación global, con la recesión global, con Irán y con Corea del Norte, para el mundo democrático Venezuela parece un problema de magnitud secundaria y al cual además no se le ve solución desde afuera del país. Además, Venezuela es potencialmente un productor de petróleo, cuando se necesitan sustitutos de la oferta rusa. Así que Estados Unidos viene dando indicaciones que quiere una negociación para una salida democrática en Venezuela y que desea contar con petróleo venezolano. Para ello ha tenido gestos hacia el régimen venezolano, dándole el perdón presidencia a los sobrinos de Cilia Flores que habían sido condenados y apresados y levantando las sanciones a otro sobrino. Hasta ahora lo único que Estados Unidos ha logrado es la liberación de los ejecutivos de Citgo. El régimen supuestamente quiere negociar si le levantan las sanciones económicas. Hacer eso dejaría a Estados Unidos sin ninguna arma de presión futura. 

Entra ahora Francia en el cuadro “negociador”. Francia tiene una gran prestigio y también su espacio y su relevancia, así que se ofreció como un elemento adicional para promover la negociación venezolana. Reunió a la izquierda latinoamericana (Colombia, México, Argentina) con los “negociadores” venezolanos. Maduro no asistió, posiblemente temiendo alguna acción policial, y si lo hicieron los negociadores de la  oposición, quiénes no representan el sentir de la inmensa mayoría de los opositores venezolanos dentro y fuera del país. No debería sorprender que la participación de Francia haya sido acordada previamente con Estados Unidos. Habrá que ver si esta vez el resultado es diferente a las ocasiones anteriores.

Pasos de Maduro hacia la democracia

En el artículo se plantea:

  • Los cambios políticos en la región son básicamente irrelevantes para la permanencia en el poder de Maduro, ya que ningún país estuvo ni está dispuesto a ir a la lona en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
  • Menos aún después del reciente cambio radical de la política de EE.UU. con respecto al régimen. Este surgió cuando altos miembros de la Administración Biden fueron enviados a Caracas para entablar negociaciones directas con el régimen para intercambiar a los sobrinos de Maduro que cumplían penas de prisión por narcotráfico por empresarios estadounidenses detenidos ilegalmente. También está considerando permitir que el régimen exporte petróleo a los Estados Unidos.
  • Abrir negociaciones con un régimen que había considerado un usurpador al tiempo que reconocía a Juan Guaidó como presidente interino fue un golpe fatal para el régimen interino y un mensaje a la comunidad internacional de cambio de política.
  • Ante estos desarrollos, es evidente que no hay necesidad de que Maduro dé pasos hacia la democracia.
  • Los partidos políticos disminuidos están brindando vías para legitimar un narcorégimen que acepta elecciones primarias realizadas por el árbitro electoral controlado por Maduro.
  • Mientras tanto, siete millones de venezolanos se han ido del país.

La imagen es cortesía de Wikimedia.