En México, la oposición opina que es el gobierno mexicano quién busca el revocatorio. Esto sería con el objetivo de derrotarlo y con ello tratar de justificar la posibilidad de modificar la constitución para permitir a AMLO presentarse como candidato a otro término. Eso plantea una duda similar para el revocatorio de Maduro. ¿Le puede convenir más al régimen?. Con la experiencia vivida en las elecciones regionales, sería una forma adicional de legitimarse y además distraer la atención del país. Los temas de la semana son “La evolución de la Asamblea Nacional”, “Los activos en el extranjero” y “Venezuela – peón de la geopolítica global”.  

Los activos en el extranjero

Pareciera ser que la única razón para el mantenimiento de la Presidencia(e) de Juan Guaidó y de la Asamblea Nacional es para preservar ciertos activos de Venezuela en el extranjero, principalmente en Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, es necesario considerar otras circunstancias que afectan a dichos activos y a la realidad política venezolana:

  • Las demandas que el Régimen venezolano ha perdido en el extranjero contra varias corporaciones, principalmente estadounidenses, exceden significativamente el valor de los activos. En este momento, los activos solo son protegidos por las acciones ejecutivas en Estados Unidos y legales en el Reino Unido. En caso de perderse el control de los activos o desaparecer el gobierno interino esas corporaciones serían las que recibirían el valor de lo recuperado.
  • En las condiciones actuales, ninguno de los países en posesión de los activos los entregarían al régimen venezolano.
  • El interés del G4 (o G3 + 1) es continuar siendo los representantes de la oposición y conservar los ingresos que perciben.
  • Lo anterior impide renovar al liderazgo venezolano, para que la gente confíe y se comience a presionar al régimen y posiblemente generar una macro participación en una elección controlada por el régimen.

La evolución de la Asamblea Nacional

En el estatuto aprobado, se limitan los poderes de Guaidó y se incrementa el poder del G3 a través de la AN, así como su perpetuación. En el artículo se plantean algunas críticas a las recientes decisiones de la Asamblea Nacional:

  • La Asamblea en manos del G3 – Lo que aprobó la AN en primera discusión no es la continuidad del estatus del presidente encargado, sino la desnaturalización de la presidencia encargada para asumir un ‘gobierno parlamentario’ que viola la Constitución y pone en riesgo la protección de activos.
  • El distanciamiento hacia la gestión del opositor venezolano Juan Guaidó es inevitable – Junto con la reciente aprobación en primera discusión por parte de la Asamblea Nacional de 2015 para una reforma parcial del Estatuto de Transición y la continuidad del interinato, ya hubo un nuevo pronunciamiento de Vente Venezuela —tolda que lidera la dirigente María Corina Machado— para rechazar dicha extensión a partir del 5 de enero de 2022. “Su ruta se agotó y perdió el objetivo único que tenía: articular la liberación de Venezuela”.
  • La preocupación por las potestades ejecutivas que la presidencia de la AN pretende asumir y que por ello podría caer en la violación de la Constitución Nacional.
  • El escenario pone en riesgo el reconocimiento internacional y la protección de activos, aseguró el abogado y exprocurador especial del interinato, José Ignacio Hernández. La reforma del Estatuto de Transición ha debido avanzar en normas para mejorar la transparencia e imparcialidad en la gestión de activos, «pero el resultado es el contrario: la politización de los activos al confiarse inconstitucionalmente su gestión a la AN».
  • La discusión sobre la inconstitucionalidad radicaría en los artículos 20 y 39 del Proyecto de Reforma de la Ley del Estatuto. El primero referido al resguardo de activos, representación internacional y defensa de los derechos humanos; el segundo trata de la designación de la junta ad-hoc de PDVSA.
  • Las competencias del artículo 20 pasan a ser controladas por la Comisión Delegada en la propuesta de reforma,

Venezuela – peón de la geopolítica global

En el editorial del Financial Times “Solo una gran potencia puede resolver la crisis de Venezuela” se plantea que Rusia y China son claves para desbloquear el régimen autoritario de Maduro:

  • La UE presionó a la golpeada oposición venezolana para que se presentara en las elecciones regionales, a pesar del absoluto ventajismo del gobierno, como parte de una estrategia más amplia para lograr la participación del régimen de Maduro en negociaciones.
  • El plan recibió un fuerte golpe cuando el régimen de Maduro se hizo de 19 de las 23 gobernaciones e hizo arreglos para que un tribunal  controlado por el régimen cancelara una de los pocas victorias.
  • El gobierno de Caracas se retiró de las negociaciones internacionalmente auspiciadas antes de las elecciones regionales.
  • La política de la era Trum de “máxima presión” sobre Maduro, a través de sanciones paralizantes, no pudo desalojar del poder al líder venezolano y sus secuaces.
  • La política de Washington (y de Londres) de reconocer a Juan Guaidó como Presidente Interino de Venezuela, por el hecho de él liderizar un congreso dominado por la oposición elegida en 2015 no parece insostenible.
  • La misma coalición de Guaidó parece derrumbarse, tal como lo evidenció la ruidosa salida de su “ministro de exteriores” Julio Borges.
  • A pesar de la valentía y determinación de Guaidó, su “administración interina” ha cometido errores costosos. Entre estos se encuentran el mal planificado levantamiento de 2019 y coquetear con la idea de contratar mercenarios estadounidenses para derrocar a Maduro.
  • La única razón válida para reconocer a Guaidó y su equipo es para prevenir que los valiosos activos en Estados Unidos y Gran Bretaña caigan en manos del régimen de Maduro. Este es un objetivo noble, pero no representa una política coherente para el futuro.
  • La pregunta es que se debería hacer:
    •  La relajación de las sanciones premiaría el mal comportamiento del régimen y transmitiría un mensaje de debilidad. Abandonar a Guaidó totalmente podría representar un regalo de navidad para el régimen de Maduro, con un valor de varios miles de millones de dólares.
    • Engordado con las ilegales ganancias provenientes del tráfico de drogas, el régimen autoritario de Caracas difícilmente entraría en negociaciones serias con la oposición sin presión externa.
    • La única opción realista es que Estados Unidos y la UE negocien una solución política para Venezuela. No con el régimen, sino con sus patrocinadores: Rusia, China, Irán y Turquía. Ello reconocería que Venezuela ha dejado de ser un tema regional Latinoamericano.

La imagen es cortesía de flickr.