Un barco petrolero ha llamado la atención en las costas venezolanas. Se encuentra anclado desde el 17 de octubre en el puerto de Amuay.
De acuerdo con el periodista Joshua Goodman, se trata de «Jacob», un petrolero operado por una filial de Tipco Asphalt de Tailandia. Esta compañía es una de las principales clientes de PDVSA interesada en el crudo extrapesado de Venezuela, posiblemente el mejor del mundo para el asfalto.
The Jacob, a tanker operated by an affiliate of Thailand’s Tipco Asphalt, is anchored at Venezuela’s Amuay port since Oct. 17. One last fill up of cheap crude before its November deadline to stop purchasing sanctioned crude? https://t.co/2DwFdNMI4G pic.twitter.com/WXH100NQou
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) October 23, 2020
Tipco es uno de los mayores distribuidores de asfalto de Asia para carreteras, autopistas y pistas de aeropuertos. Su planta en Malasia está diseñada específicamente para refinar este tipo de crudo. Por lo demás, sus ingresos superaron los 1000 millones de dólares, cifra reseñada en su informe anual, al que tuvo acceso AP.
Sin embargo, a raíz de las sanciones emitidas por la administración del presidente Donald Trump, Tipco tomó en septiembre la decisión de dejar de comprar crudo a Venezuela. A fines de noviembre se darían por terminadas estas operaciones.
Tipco, de cliente a facturador personal
Tipco pasó de ser solo un cliente en la cartera de PDVSA a convertirse, desde enero de este año, en un procesador de pagos de facturas a terceros para la estatal venezolana, a cambio de recibir grandes descuentos en el precio del petróleo, de acuerdo con un reportaje de AP.
PDVSA le habría proporcionado beneficios que triplicaban lo ofrecido en la fórmula de precios de Venezuela para Asia. Según este tabulador, se hacen descuentos por la mezcla de crudo similar al alquitrán que trabaja Tipco. Los beneficios rondan una cifra cercana a ocho dólares por barril.
«Cuando los precios internacionales del crudo rondaron los 41 dólares este verano, PDVSA ofreció a Tipco descuentos en su crudo Boscan de alrededor de 25 dólares por barril en un envío de 700 000 barriles, según un resumen de cuatro páginas de la propuesta, dirigida al director de operaciones de Tipco», reseña la nota de AP.
Aunque no se aclara si Tipco aceptó este trato de manera formal, AP tuvo acceso a un patrón de correos y pagos millonarios que se hicieron desde la mencionada compañía a varios proveedores de PDVSA. Un patrón que gracias a las diligencias del Departamento de Estado va a concluir a fines del mes próximo.
Las consecuencias de hacer tratos con PDVSA
Negociar con PDVSA también conlleva daños colaterales. Estas operaciones realizadas por Tipco fueron investigadas y la empresa tuvo que emitir una declaración ante la Bolsa de Valores de Tailandia. Allí explicó que fue contactada por primera vez por la Embajada de los Estados Unidos en Tailandia en diciembre de 2019, y un mes después les proporcionó a los diplomáticos estadounidenses una explicación por escrito de sus compras a Venezuela.
En agosto fue contactada nuevamente por el Departamento de Estado. En dicha ocasión se explicó la posibilidad de que la compañía pudiera ser objeto de sanciones de Estados Unidos si no cancelaba sus compras para finales de noviembre.
Ante este pronunciamiento, el desplome de sus acciones fue del 40 %.
Hoy, «Jacob», un barco petrolero asociado a Tipco que se mantiene en costas venezolanas, podría ser el último recurso de PDVSA para pagar, con crudo plagado de significativos descuentos, la serie de operaciones que la empresa asiática hizo por la estatal petrolera, justo antes de que Estados Unidos termine de cerrar este grifo.
Fuente: Noticiero Digital