No puedo menos que atribuir a una locura colectiva, que de nuevo ha atrapado a la población, de creer que la solución de los venezolanos se halla en unas elecciones con Nicolás Maduro Moros controlando las maquinas de contar votos. De eso hay que atribuirle mucho a la oposición alacrán que se fue a reunir con el Embajador de los Estados Unidos para Venezuela con sede en Bogotá.
Sin pretender meterme a psicólogo social prefiero citar a mi recordada amiga de luchas, la Dra. Rosa María Zulueta con todas sus credenciales de psicólogo social de muchos años en esa área cuando se cansó de decir, hasta que murió, que el venezolano estaba psicológicamente enfermo producto de una estrategia deliberada del régimen al aplicarnos “discursos violentos, intolerancia, chantajes y manipulaciones, engaños y rebotes de culpa, violaciones de derechos humanos, discriminación política, ineficiencia, corrupción y pobreza”. Y que ese discurso provocaba en la población “quiebres de lógica (disonancias), desesperanza, inermidad, incertidumbre, frustración, resentimiento, rabia tóxica, paranoia y reactividad”. Y para romper ese círculo vicioso era imprescindible enterarlos que le estaban aplicando eso deliberada y permanentemente y actuar en consecuencia, “poniéndole fin al miedo y a las falsas creencias o creencias limitantes”, como bien prescribía la Dra. Zulueta.
Entonces, lo primero que teníamos que hacer era comenzar a separar lo que es real de lo que no lo es, aunque eso supusiera dejar de lado cosas que creíamos tener por verdaderas cuando nunca lo fueron comenzando por la falsa creencia de que la oposición oficial desea salir de este régimen tanto como nosotros. ¡Ese paso para recuperar la cordura colectiva es decisivo para poder deshacernos de los delincuentes y sus cómplices que todavía controlan el poder en Venezuela! Y esa locura colectiva hace que soportemos de una manera pasiva lo que nadie en el mundo aceptaría en circunstancias similares.
Debemos comenzar por allí, sanando conductas para poder salir adelante.
¿Y porque menciono el término “locura colectiva”? Porque pareciera que nos olvidamos que el pasado diciembre los venezolanos le pusimos una camisa de fuerza constitucional a quien se le ocurriera convocar a elecciones en Venezuela cuando exigimos mayoritariamente el cese de la usurpación de Nicolás Maduro Moros antes de poder ir a unas elecciones libres, justas y verificables. Y ese mandato todavía continúa vigente. O bien pudiera ser que el “mass media” opositor le hace creer al mundo que eso es lo que quieren los venezolanos dando la impresión de que aquí todos nos volvimos locos. Ya los venezolanos, uno por uno, nos pronunciamos por la salida inmediata de Maduro. Punto.
Los enemigos de la Consulta Popular, aquellos que en la supuesta oposición la sabotearon y que todavía pretenden desconocer sus resultados, están irrespetando la voluntad popular tratando de pasarnos por encima a más de 6,4 millones de voluntades, al intentar convencernos de ir a un proceso electoral con Maduro todavía controlando las maquinitas de contar los votos. Y lo más sorprendente es que aún lo hacen con el argumento gastado de que como somos mayoría “aplastaremos” a un régimen que en cada oportunidad ha desconocido la voluntad del pueblo venezolano porque controla las armas de la República y un brazo armado de irregulares. Si no lo creen, pregúntenle a los tachirenses quien gobierna realmente en el Táchira, si Freddy Bernal o la adeca que se arrodilló para que le dieran un puesto que no sirvió para nada. O pregúntenle a Andrés Velásquez si le entregaron la Gobernación de Bolívar aunque tuviera las actas en la mano. O si le entregaron la Gobernación del Zulia a Juan Pablo Guanipa por decidir no juramentarse ante la ilegitima Constituyente de Maduro.
Es posible que los venezolanos no recuerden esos episodios por esa locura colectiva que está tratando de imponer la supuesta oposición del G4. Pero eso lamentablemente no es lo más grave que podría sucedernos. Lo más grave es que al meternos en la comparsa electorera de este par de enemigos de los venezolanos, el régimen y su oposición, Venezuela entraría en una suerte de soporífero que duraría lo que resta del 2021, como todas las comparsas electorales de Venezuela, dándole al régimen el tiempo suficiente para terminar de desmontar lo que quede de la institucionalidad del país, sin contar con profundizar la destrucción económica de los venezolanos.
Incluso podría pasar que para el tiempo de esa elección cualquier Gobernación, Alcaldía, Consejo Legislativo quede desmontado y sin poder de ningún tipo –como lo que ocurre en la práctica el Táchira- por cualquier cambio que esa Constituyente que aun no han eliminado ponga en funcionamiento, o cualquier legislación castrante que apruebe la ilegal Asamblea Nacional del 6 de diciembre. Por ejemplo, pudieran legalizar la figura del protector del Táchira para todas las Gobernaciones y Alcaldías, e inventar cualquier otra cosa semejante para las Asambleas Legislativas.
Los venezolanos aun no se han paseado por el hecho que los partidos políticos viven de elecciones. Así pueden mantener a su base partidista. Y en estos tiempos de super-hiperinflación el único que tiene dinero suficiente para eso es el régimen. Puedo imaginarme al narco régimen comprando a manos llenas y con dólares del narcotráfico a esos partidos, desde el más grande hasta el más pequeño. ¿Permitiremos eso los venezolanos? ¿Seguiremos creyendo que unas elecciones en peores o iguales condiciones que las anteriores, sin que Maduro este fuera del poder, podrán servir para mejorar las condiciones de los venezolanos y algo más que no sea darle más tiempo al régimen en Miraflores y al mismo tiempo financiar a esas figuras partidistas de la oposición oficial que tanto daño nos han hecho? Solo piénsenlo…
Me dio nauseas ver los nombres de quienes en esa oposición infame se fueron a reunir con el embajador norteamericano para prácticamente “pedirle permiso” parea realizar ese trato con Maduro. Debería darles vergüenza a todos y cada uno de esos supuestos opositores y menos aun esos pretendidos representantes de la sociedad civil, de ir a solicitar elecciones cuando la mayoría opositora del pueblo venezolano ya dejó por sentado un mandato muy claro en contra de Maduro en diciembre. Ya no nos representan. Dejaron de representar al pueblo venezolano desde hace mucho tiempo y eso lo saben los norteamericanos.
Tengo la mayor esperanza de que el Presidente Encargado se deslinde de eso definitivamente y acompañe a la sociedad civil que ya dio su veredicto en diciembre en la Consulta Popular, consulta que él avaló y sigue avalando. De allí que sea completamente absurdo entrar si quiera a discutir eso aun cuando el Presidente Encargado llamó a debatir la participación en las regionales.
Hay que ponerle fin al miedo y a las falsas creencias como bien nos dejó como legado la Dra. Rosa María Zulueta.
Hay que pasarle por arriba a esa locura colectiva y entrar en razón porque ese no es el camino para salir de esta tragedia. De alguna manera también lo dijo antes a los venezolanos, y con sus propias palabras, el Papa Juan Pablo II: “No tengáis miedo…”.
Nos queda a los venezolanos asumir el fuerte compromiso de seguir luchando por nuestra libertad desde el espacio de cada uno para desalojar al régimen de Maduro como lo estableció el mandato de la Consulta Popular. Eso ya lo iniciamos desde ANCO y quienes nos acompañan en la sociedad civil de Venezuela con el Pacto para el Restablecimiento Constitucional. Si todos lo hacemos juntos, no le daremos mas respiro al régimen hasta que se ahogue. Si los partidos opositores que no representan ya a nadie, convertidos todos en alacranes, insisten todavía en esa locura electorera porque necesitan dinero y negocios con el régimen, se quedarán solos en esas elecciones y terminaran por desaparecer. Dios sabe lo que hace…
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Fuente: Noticiero Digital