Las presiones sobre el régimen venezolano aumentan. Una Venezuela, sin recursos y sin preparación, enfrenta una ola creciente de Covid y mientras tanto, la integridad territorial del país es cuestionada continuamente y cada vez con mayor frecuencia. El régimen ejerce férreo control social sobre la población, pero sus componentes comienzan a mostrar sus dientes a través de enfrentamientos en diferentes lugares del país. Bien sea los estados Apure o Bolívar o la Cota 905 (extendida ahora a El Pinar y La Vega en Caracas), en todos hay enfrentamientos armados que ahora involucran a la Policía Nacional, la Guardia Nacional, el Ejército, la FAES. Eso es lo que se observa en la superficie, quién sabe cuánto más ocurre en otras zonas? Incapaz de resolver el Covid ni el desmembramiento del país, para cambiar la narrativa ahora el régimen fustiga a Colombia diariamente a través del Ministro de Defensa. Será que, por primera vez no es impensable, un conflicto con Colombia o se trata solamente de ruido distractor? Los temas de la semana son “El Covid hace estragos”, “La frontera colombo-venezolana se complica” y “El estado venezolano pierde el control progresivamente”.
El Covid hace estragos
Venezuela, que por múltiples razones inicialmente sufrió de la pandemia menos que los otros países de Latino América, enfrenta ahora una segunda ola muy fuerte. Ese espacio de varios meses no se aprovechó para prepararse para enfrentar la pandemia. Mantener a la gente en casa resulta imposible en un país con una enorme mayoría de personas que viven del día a día y que ello además obliga a aglomeramientos en el sistema de transporte y en las calles mismas donde las personas hacen sus compras, tal como lo vemos en el Ferrocarril de Charallave.
El sistema de salud privado ha hecho esfuerzos enormes para incrementar la respuesta, pero se trata de algo muy reducido para la magnitud del país. Las once principales clínicas en Caracas han podido aumentar hasta llegar a unos 80 espacios para atender pacientes en casos complejos de Covid, complementando la estrategia de atención de casos moderados a distancia. Dichas clínicas privadas reportan 4 a 5 muertes diarias en las fechas recientes. Eso nos da una idea del volumen real y mucho mayor a nivel nacional, particularmente considerando el estado de los hospitales públicos. Una referencia de la magnitud del problema en Venezuela, es que en el portal de recaudación de fondos Gofundme, el componente venezolano alcanza el 10% del total.
Habiéndose propagado el virus la solución más obvia sería una campaña de vacunación masiva. Bajo las condiciones actuales esa posibilidad no se vislumbra. Al régimen parece importarle poco, quizás por cuanto la pandemia les ha permitido un mejor control de la población y no quiere dedicarle sus limitados recursos a las vacunas. Además el juego político predomina sobre todo e incluso se trata de evitar la llegada de la vacuna de Astrazeneca, para no darle participación en la vacunación a la oposición. Al final la solución, igual que la de todos los otros temas económicos, será permitir que los privados distribuyan las vacunas, bajo las condiciones del régimen.
La frontera colombo-venezolana se complica
Lo que inicialmente parecía una operación simple para eliminar a un rival de un aliado del régimen venezolano se ha complicado enormemente llevando a la creación de una unidad militar venezolana para cubrir un área más extensa de la frontera. Las FAN han admitido la pérdida de 8 soldados y oficiales ocurridos en diferentes circunstancias. Incluso hay medios internacionales que se preguntan si Venezuela se prepara para un ataque militar a Colombia. Desde Colombia el Ministro de Defensa. Diego Molano aseguró que “hay una alianza entre las fuerzas bolivarianas, las disidencias y el Eln. En Miraflores, la decisión que se tomó fue atacar de una forma cómplice y selectiva solo a las disidencias cercanas a ‘Iván Mordisco’, para someterlas a la ‘Narcotalia’, y que hubiera unidad de mando no solo para seguir con el narcotráfico en Venezuela, sino para seguir incursionando y buscar su expansión nuevamente a Colombia. El objetivo de los operativos allá no es la protección de la frontera, es la protección del negocio del narcotráfico”.
El estado venezolano pierde el control progresivamente
Sin tener que recorrer los 800Km hasta la frontera con Colombia basta con fijarse en la Cota 905 en Caracas. En los últimos días hubo enfrentamientos que terminaron con la muerte de una persona inocente dentro de su apartamento en El Paraíso, intentos de toma de un puesto de la Guardia Nacional y finalmente la toma de las instalaciones del antiguo Club de la Policía Metropolitana por parte de la banda de El Coqui. Este aumento en espiral de las acciones de El Coqui es un indicador de la progresiva pérdida de control del territorio nacional por parte del régimen. La situación es mucho más compleja, ya que la realidad es que operan en toda Venezuela muchos grupos diferentes (locales y colombianos) con objetivos propios. En la medida que se destapen las apetencias de cada uno y busquen mantener por aumentar su radio de acción estarán chocando entre ellos y con aliados dentro del régimen. Se acercan horas muy difíciles.