Impúdica amistad. Una vez más, el ala kirchnerista gana la interna del Gobierno y Argentina se expresa en favor de la tiranía chavista. (Twitter)

Mientras Argentina se hunde y todo se concentra en el desastre económico, los cuadros más ideologizados del kirchnerismo ganan espacio y de a poco dominan la interna del Frente de Todos. El oficialismo, que siempre tuvo posiciones encontradas respecto a la dictadura venezolana, va sentando posición y es coherente con el desastre doméstico.

En la jornada de ayer, el embajador de Alberto Fernández ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) realizó una bochornosa manifestación, donde indicó que las claras denuncias contra el régimen chavista son «sesgadas». Según Carlos Raimundi, el problema de Venezuela no es la criminal tiranía de Nicolás Maduro y compañía. No. El drama para el exdiputado de izquierda está relacionado con un «fuerte asedio de intervencionismo» que llega desde el exterior. En su opinión, existe «una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los Derechos Humanos en determinados países». Claro que tiene razón. Pero la verdad es que esa visión «sesgada» en relación con los derechos humanos la tiene él y el resto de la dirigencia política izquierdista de América Latina, que prefieren sus prejuicios ideológicos a confrontar con la verdad.

En el marco de su presentación en el Consejo Permanente del organismo, Raimundi aseguró que su país «no hace una lectura ideológica de los Derechos Humanos». El representante argentino dijo que su Gobierno pretende centrarse «en las personas que sufren», evitando «tomar posición ideológica» ante los eventuales abusos que pueden sufrir los venezolanos.

El discurso del vocero del Frente de Todos no anduvo con vueltas y aprovechó para recordar la lealtad con Maduro, ignorando que medio mundo ya no lo reconoce como el mandatario legítimo. Para él existe un «bloqueo» arbitrario en la renta petrolera y sobre las reservas de oro en Londres. Cabe recordar que la justicia británica, con más sentido común que las autoridades argentinas, dejó en custodia de Juan Guaidó y su espacio el tesoro venezolano en territorio inglés.

¿Quién es Raimundi?

Su primera diputación llegó de la mano de la Unión Cívica Radical en la década del ochenta, pero durante el menemismo pasó a integrar el Frente País Solidario (Frepaso). Con la salida de Chacho Álvarez del Gobierno de Fernando de la Rúa, Raimundi pasó al ARI de Elisa Carrió y a gravitar dentro de la centro-izquierda durante el primer kirchnerismo. Con el disfraz de «oposición constructiva» apoyó las estatizaciones desde el Congreso y todos los proyectos estatistas de Néstor y Cristina. Luego de hacer bien su «trabajo» durante años, la expresidente lo recibió formalmente dentro de Unidad Ciudadana y hoy es el funcionario que nos representa en la OEA.

Fuente: PanAmPost