Fedecámaras tuvo su Asamblea Anual planteando una actitud diferente frente al régimen, seguramente buscando mayor libertad para la actividad empresarial, pero generando al mismo tiempo fuertes críticas internas y externas. Mientras tanto, ya las calles de la capital están recibiendo su mano de pintura electoral, sigue el avance nacional de otro pico de la pandemia, se entra en un nuevo episodio de devaluación del bolívar y la represión por “instigación al odio” ahora alcanza hasta a una enfermera apresada por reclamos laborales.  Los temas de la semana son “Fedecámaras y el régimen”, “Las elecciones para el régimen” y “Elecciones o nos matamos”.

Fedecámaras y el régimen

La Asamblea Anual 2021 de Fedecámaras aparece descrita en El chavismo y los empresarios venezolanos estrechan su relación y con respecto a lo discutido y los personajes presentes caben múltiples reflexiones:

  • Los empresarios para poder cumplir su función requieren un ambiente y una reglas de juego que les permita operar. Ello no es siempre fácil, ya que los gobiernos tienen sus propias agendas y es complicado hacerlas coincidir con los intereses y las necesidades de los empresarios.
  • En el caso del régimen actual en Venezuela, la situación ha sido extrema, ya que uno de los principales objetivos de este ha sido acabar con la empresa y la propiedad privada.
  • Fedecámaras, que en el pasado ha estado enfrentada al régimen, desde hace un tiempo busca un acercamiento con el mismo. Las muestras más de directas de ello ocurrieron en esta  Asamblea Anual y especialmente en el mensaje del Presidente saliente y con la presencia y discurso de la VP del régimen:
    • El presidente saliente expresó “Debemos asumir un compromiso sin importar si la comunidad internacional no entiende” (¿  A quién acudiremos en el futuro? ) y también “cuestionó las sanciones internacionales” (el único elemento de presión existente).
    • La VP del régimen comentó «Los curas que quieran hacer política, se quitan la sotana y vienen a hacer política» y «Empresarios del mundo ven con envidia a los de Venezuela«. ¿Cómo se habrán sentido los empresarios sobrevivientes allí presentes?
  • Escuchando los discursos en la Asamblea se nota que dentro de la directiva de Fedecámaras también existe una posición crítica del régimen. Pareciera que se decidió por una coexistencia de ambos bandos y que se le dará oportunidad de obtener resultados a los que propugnan un acercamiento con el régimen.
  • El empresariado venezolano sabe que para lograr cualquier cambio significativo se requiere un cambio de modelo económico, acompañado de un cambio político. Tal Cual reportó que el 93% de los empresarios ve necesario un cambio político para que se recupere la economía.
  • El comentario de Andrés Velásquez “Vergonzoso lo de Fedecámaras. Los empresarios arruinados, amenazados y atacados por todos los flancos, desconocida la propiedad privada y ellos abrazándose con el régimen.” representa a muchos de los que criticaron el acto.
  • Se ha hecho esta apertura hacia el régimen sin que haya conseguido nada a cambio.
  • La actual mini-economía del 5% de lo que era Venezuela, creada por la empresa privada con su propio capital,  poco puede crecer sin cambios significativos.
  • La posición que se adoptó implica que se acepta la participación en las elecciones regionales y en la negociación en México.
  • Fedecámaras está apostando y con riesgos de perder mucho:
    • Hay quienes dicen que por cuanto no hay nada más que hacer, vayamos a elecciones sin condiciones y si sale mal por lo menos se hizo el intentó. Este análisis es falso, ya que la participación en las elecciones regionales arriesga extender el reconocimiento del régimen, su permanencia en el poder y el estancamiento y retroceso del país.
    • Las principales empresas de Venezuela ya están debilitadas y puede que la preponderancia futura la asuman las empresas que pertenecen a “enchufados” y que sean estos los que a la larga dominen Fedecámaras u otra organización gremial que tome su puesto.

Las elecciones para el régimen

El régimen está haciendo todo lo posible para que la oposición participe en las elecciones regionales:

  • Prefieren muchas tarjetas que la tarjeta unitaria.
  • Están logrando que la oposición vaya dividida en múltiples candidaturas en cada estado y municipio para dispersar el voto, impiden elecciones primarias opositoras e impulsan a gran cantidad de candidatos opositores en todas partes. Asimismo, habilitan a los inhabilitados y perdonan a los exiliados.
  • El régimen se asegura de llevar candidatos unitarios del PSUV a gobernaciones y alcaldías, los cuales fueron escogidos a dedo pero bajo un disfraz de primarias.
  • Están tratando de lograr algún tipo de reconocimiento de la Unión Europea, donde se siente la influencia de Borrell.

Elecciones o nos matamos

El argumento extremo de los opositores que optan por participar en las elecciones es la disyuntiva que plantean: vamos a elecciones o nos matamos. La realidad es que ya la gente se está muriendo a manos de la represión, de los colectivos, del hampa, del hambre, de la falta de servicios sanitarios. Esas condiciones seguirán después de las elecciones y lo más probable es que el régimen se fortalezca garantizando que las realidades existentes empeorarán y se extenderán en el tiempo.

Los partidos de oposición “negociadores” ahora prácticamente incluyen a todos los del G4, cuándo lideres importantes de Voluntad Popular (como Daniel Ceballos) también se lanzan a candidaturas a gobernaciones. También es cierto que en varios estados pudiera haber varios candidatos de este grupo compitiendo en la elección. Mientras tanto, una parte importante de la “oposición” legal pero minoritaria, coincide en su objetivo con el régimen, que busca desde la elección parlamentaria del pasado 6 de diciembre, sustituir a Juan Guaidó y al G4+ como los principales referentes de la oposición.

Es importante no olvidar que “La comunidad internacional debería ver las elecciones en Venezuela por lo representan para el régimen: una estrategia para consolidar poder y reestructurar dinámicas internas del régimen mismo, no como un esfuerzo atrevido de democratización”. Esto lo plantea el CSIS (Center for Strategic and International Studies) como parte de su “Perfeccionamiento del Manual del Autoritario”.

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