La producción petrolera de Venezuela se desploma a niveles de 1945, los números maquillados de Covid19 siguen creciendo, los servicios públicos continúan cayendo en picada y es detenido Alex Saab, un golpe estratégico y letal contra Nicolás MaduroQué hace el régimen?  Se concentra en las únicas áreas que controla:  represión y política interna, aprovechando la debilidad y la falta de foco de Guaidó, de los partidos del G4 y de la AN legítima.

Elecciones con el régimen, es la expectativa que los partidos del G4 le han vendido a los ciudadanos y el que aparentemente ha sido su plan desde hace mucho tiempo. No sorprende cuando ahora que el régimen arremete contra los partidos, los ciudadanos estén todavía más confusos y decaídos.  Era la venta de una imposibilidad, por cuanto desde las elecciones parlamentarias en 2015 el régimen decidió que nunca más correría el riesgo de perder una elección. Esta vez aparentemente hubo muchas discusiones con el G4 para que participaran en las parlamentarias.  El proceso decisorio del G4, el cual ha sido fatal para Guaidó y para cualquier esperanza de trabajo organizado con el mundo internacional, también resultó ineficiente cuando se aplicó a la negociación electoral.  El régimen necesita controlar la AN y para ello solo irá a elecciones que ganará.  Esperemos que después de esta experiencia adicional, la oposición pueda unirse para trabajar conjuntamente con el esfuerzo internacional, sin perder el foco y el tiempo en negociaciones y en elecciones inútiles.  

El régimen
Para el régimen es imposible recuperar su credibilidad en el mundo democrático, así que avanza para imponer un control político total y eliminar a Guaidó y la AN. Aprovecha la cuarentena prolongando por 30 días el estado de alarma y cierra las puertas cada vez más, con gobiernos locales paralelos y con partidos bajo su control. Es difícil que todavía puedan quedar dudas sobre el totalitarismo del régimen y el miedo con el que operan, cuando llegan al punto de organizar inicialmente un TSJ exprés. Posteriormente  el TSJ de Maduro nombró arbitrariamente a cinco “rectores” del CNE a la medida del régimen y finalmente deciden cuakes partidos pueden participar y quienes los dirigen. 

El G4
Todo esto es un golpe duro para todos los políticos locales que juraban que los problemas los iban a resolver sin ayuda de afuera. Desde hace varios meses está claro que si se mantenía el comportamiento de los partidos del G4, difícilmente sobrevivirían a futuro. Es posible que a mediano plazo el régimen salve a los partidos (AD, PJ y otros)  con el robo que está realizando. Lo que se ha venido destapando es que había y todavía hay corruptos dentro de la MUD y terminaron teniendo la razón los que hablaban de eso.

Lo que muchos sospechaban y cuando lo expresaban, eran señalados de divisionistas: El G4 estaba dispuesto a ir a elecciones con el régimen violando lo acordado en el Estatuto para la Transición. También era mentira que se habían cerrado los diálogos. Por lo que se lee y se escucha en las redes quién decidió ir por su propio camino, nombrando el CNE, fue el régimen. María Corina Machado comentó en las redes: “Lo que el régimen hace con las directivas de los partidos no sorprende a nadie. De hecho, esa era la amenaza que usó para sentar a muchos dirigentes de varios partidos a “dialogar” durante meses -de espaldas al país- sobre la farsa de las elecciones parlamentarias.  A los activistas y líderes de todos los partidos democráticos de Venezuela: de qué sirve una tarjeta si no habrá elecciones bajo esta tiranía?”.

Fuerza ciudadana e internacional
La voz de AD Rafael Poleo dice: “La desproporción de lo que hoy mismo están haciendo en Venezuela los enemigos de Occidente, no puede ser tolerado por la comunidad internacional.  Cuando se habla de la fuerza ciudadana e Internacional, no es para quedarse esperando. Es para organizarse en una unidad real, para realizar acciones coordinadas locales e internacionales, para convencer a los aliados, para exigirle a los aliados.” Coincide sorprendentemente con María Corina Machado cuando la semana pasada publicó el importante documento Venezuela: El desafío ineludible para Occidente.

Aquí también surge la pregunta si ese esfuerzo político futuro no debería aprovechar y apoyar al TSJ Legitimo en el exilio  producy nombrado porto de un referendum por la AN el 21/Julio/2017.  Este TSJ sentenció: a Nicolás Maduro, a la írrita ANC, nulos los actos MP y el Bufete de Maduro, el Canal Humanitario y como un deber Constitucional desconocer al Régimen. Además aprobó una Coalición Militar en Misión de Paz para Venezuela.

Internacional
Mientras el régimen genera el ruido electoral dentro de Venezuela, Estados Unidos avanza con el proceso de sanciones y persecución con la expectativa de poder producir un estrangulamiento económico que obligue al régimen a negociar o que se rompa internamente.  La producción petrolera cae, ya que se hace cada vez más difícil conseguir buques para el transporte del petróleo y cuando además EEUU planea sancionar a 50 buques petroleros por ayudar a Maduro. La persecución de individuos importantes para el régimen alcanzó otro nivel cuando Alex Saab, el abogado colombiano considerado por EE.UU. como principal testaferro de Maduro es detenido en Cabo Verde. Este personaje ha sido clave en la evasión de sanciones, haciendo negocios en México, Turquía e Irán y pareciera tan importante que el régimen le concedió la nacionalidad y pasaporte diplomático venezolano.

La “intervención internacional” comenzó hace mucho tiempo con la aplicación de las sanciones individuales, seguidas por las sanciones generales y ahora ya existen acciones  judiciales. El interés de la oposición debe ser que no se detengan.  Viendo la historia, eventualmente podrían ocurrir acciones policiales y militares puntuales. Por supuesto, de allí a una invasión hay muchísimo trecho. Pero hay que convencer a los vecinos que las acciones no solo se hacen para ayudar a los venezolanos, el hecho es que en Venezuela está un centro de operaciones y financieras para la desestabilización de sus democracias. Esa tarea de empujar y presionar le toca a la oposición, necesita activar a la diáspora y esa debería ser la prioridad de la agenda de las representaciones diplomáticas en el mundo.